domingo, 23 de diciembre de 2012

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ATLAS



Titán que combatió contra Zeus y fue condenado por éste último a llevar el cielo sobre sus espaldas; más tarde fue transformado en montaña. Atlas,  hijo del titán Jápeto y de la ninfa Clímene, y hermano de Prometeo. Atlas luchó con los titanes en la guerra contra las deidades olímpicas. Como castigo, fue condenado a cargar para siempre en sus espaldas la tierra y el firmamento y en sus hombros la gran columna que los separaba. Por haber tomado parte en la revuelta de los titanes contra los dioses, Zeus le obligó a sostener la Tierra sobre sus hombros.
Atlas era el padre de las Hespérides, las ninfas que guardaban el árbol de las manzanas de oro, y Hércules le solicitó ayuda para realizar uno de sus trabajos. Hércules se ofreció a asumir la carga de Atlas si éste le conseguía las manzanas de oro. Atlas aceptó de buen grado, pensando librarse para siempre de su peso abrumador. Una vez que Atlas volvió con las manzanas, Hércules le pidió que lo descargara por un momento del peso en la espalda para acomodarse una almohada en los hombros. Atlas volvió a sostener la carga y Hércules escapó con las manzanas.
Como la figura de Atlas soportando el peso de la tierra solía usarse en las portadas de las primeras colecciones de mapas, su nombre acabó siendo aplicado a un volumen de mapas. Atlantes, la forma plural de Atlas, es el término clásico en arquitectura para la figura esculpida de un hombre que, usado como columna, sostiene una estructura superior. ATLAS.- Este gigante, hijo dl titán Jápeto y de la oceánide Clímene –o, según otra tradición, de Poseidón y de Clitia-, pertenece a la primera generación de dioses. Fue condenado a soportar sobre sus hombros la bóveda celeste por toda la eternidad como castigo por haber participado en la lucha de los gigantes contra Zeus. Era hermano de Prometeo y Epimoteo; su morada se encontraba en el extremo de occidente. Hijas suyas fueron las Pléyades y las Hespérides. Heracles, en el curso de su búsqueda de las manzanas de oro, recurrió a su ayuda y le sustituyó sosteniendo el cielo mientras Atlas iba a buscar los preciados frutos para entregárselos. Perseo lo transformó en montaña ante el mal recibimiento de que había sido objeto por parte del gigante cuando el héroe regresaba victorioso de su enfrentamiento con Medusa. También se le conoce con el nombre de Atlante.

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ATENEA




















lunes, 17 de diciembre de 2012

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ASTREA


Hija de Esqueneo de Beocia o de Yaso de Arcadia. Disgustado porque no era un niño, su padre la abandonó en la falda de una montaña poco después de su nacimiento. Fue rescatada y amamantada por una osa y después criada por cazadores. Durante la etapa de su crecimiento, fue una diestra cazadora. La hazaña por la que se hizo especialmente famosa fue su participación en la cacería del jabalí en Calidón, una ciudad de Etolia en la Grecia central. De acuerdo con otra leyenda, Atalanta fue una veloz corredora que prometió casarse con quien pudiera vencerla en una carrera. Los que perdían, eran asesinados. El joven Hipómenes (o Melanión) ganó con la ayuda de Afrodita, la diosa del amor, quien le dio tres manzanas de oro de las Hespérides. Él las dejó caer una a una y, por detenerse a recogerlas, Atalanta perdió la carrera. Ella e Hipómenes fueron convertidos después en los leones que debían tirar del carro de Cibeles, a causa de una afrenta a los dioses. Partenopeo, su hijo, participó en la expedición de los Siete contra Tebas.

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ASCLEPIO



Hijo mortal de Apolo, deificado posteriormente como dios en el arte de la medicina; fue muerto por Zeus Venerado en Epidauro. ## Hijo de Corónide y de Apolo. Apolo se enteró de que ella estaba con Isquis y se lo dijo a Artemisa quien se vengó disparándole todas sus flechas. En la pira funeraria ya en llamas, Hermes sacó a Asclepio y Apolo llevó a la cueva de Quirón, donde aprendió las artes de la medicina y de la caza. Asclepio era el padre de Podalirio, Macaón y de Higía. Asclepio,  dios de la medicina. Era hijo del dios Apolo y de Corónide, una hermosa muchacha de Tesalia. Disgustado porque Corónide le era infiel, Apolo la mató y entregó a su pequeño hijo al centauro Quirón para que lo criara. Asclepio aprendió todo lo que Quirón sabía sobre el arte de la medicina y pronto se convirtió en un gran físico. Como cometió el imperdonable pecado de dar vida a los muertos, el dios Zeus lo castigó con un rayo. Durante cientos de años después de su muerte, los enfermos visitaron los numerosos templos construidos en su honor. Allí ofrecían sacrificios y elevaban plegarias a Asclepio quien, según creían, se les aparecía en sueños y les prescribía remedios para su enfermedad. * ASCLEPIO.- es el dios sanador. Hijo de Apolo y Corónide, hija del rey tesalio Flegias. Esta se dejó seducir por un mortal llamado Isquis cuando estaba encinta ya del dios, quien la mató para castigar su infidelidad. En el momento en que su cuerpo iba a consumirse en la pira funeraria, Apolo arrancó al niño del cadáver de su madre. El dios confió su hijo al centauro Quirón, quien lo educó y le enseñó el arte de la medicina. Asclepio puso su ciencia al servicio de los hombres, realizando muchas curaciones y llegando incluso a resucitar a los muertos (entre ellos a Hipólito, el hijo de Teseo. Para ello utilizó la sangre de Medusa, que Atenea le había entregado; sangre que procedía de las venas del flanco derecho de la gorgona y que tenía el poder de dar la vida, mientras que la procedente de su flanco izquierdo era un veneno virulento. Este poder sobre la muerte que manifestaba Asclepio constituía una gravísima amenaza para el reino de Hades, por lo que Zeus, para evitar que el orden del mundo se alterase, decidió fulminar a Asclepio con un rayo. Apolo vengó a su hijo matando a los cíclopes, hijos de Zeus encargados de fabricarle los rayos, y por ello fue condenado por el señor del olimpo a servir durante un año al rey Admeto (esposo de Alcestis). Asclepio, sin embargo, no fue precipitado al Tártaro después de su muerte como otros muchos héroes que habían osado desafiar el orden olímpico: se le concedió la inmortalidad en una constelación, el Serpentario (Ofiuco). La tradición atribuye a Asclepio dos hijos, Polidario y Macaón, que prestaron sus servicios como médicos en el bando griego durante la guerra de Troya, y varias hijas, entre ellas Higía (la salud), a menudo representada a su lado, y Panacea (remedio para todos los males).

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ARTEMISA








Hija de Zeus y Leto, hermana gemela de Apolo. Diosa de la luna y cazadora famosa.  Su principal santuario, en Efeso, fue considerado como una de las maravillas del mundo. # Diosa de la Naturaleza y  de la Caza. ## Está armada con arco y flechas; posee el poder de  producir pestes y la muerte súbita entre los mortales y también el de curarlos. Es la protectora de los niños pequeños y de todos los animales que maman, pero también le gusta la caza. Un día, cuando era todavía una niña de 3 años, su padre Zeus le preguntó  qué regalos le gustarían. Ella contestó: "Te ruego me concedas la virginidad eterna, y me des tantos nombres como mi hermano Apolo, un arco flechas como los suyos, el cargo de llevar la luz, una túnica de caza azafranada con borde rojo que me llegue hasta las   rodillas, 60 jóvenes ninfas oceánicas, todas de la misma edad,  como damas de honor, 20 ninfas fluviales de Amnisos en Creta para que cuiden de mis borceguíes y alimenten a mis sabuesos cuando no salga de cacería, todas las montañas del mundo y, finalmente,  cualquier ciudad que quiera elegir para mí, pero bastará con una porque me propongo vivir en las montañas la mayor parte del tiempo. Por desgracia, las parturientas me invocarán con frecuencia, pues mi madre LETO me tuvo y me dio a luz sin dolores, y las PARCAS me han hecho, por lo tanto, patrona del parto". Ártemis o Artemisa, una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate.
Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Ártemis impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia. Como Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.  * ARTEMISA: diosa griega de la castidad y de la caza, a menudo también de la luz lunar. Hija de Zeus y de Leto, es hermana de Apolo, a quien ayuda a nacer en la isla de Ortigia, desde entonces llamada Delos “la brillante”. Zeus le ofrece un arco y unas flechas que su hija le había pedido; Pan le regala una jauría de feroces perros. Bella y ágil, “la dama de las fieras” gusta de recorrer los bosques y selvas de la Arcadia, las cumbres y las cimas de los montes Táigeto y Erimanto, persiguiendo a las presas que asaetea con sus flechas. Para solazarse, acostumbra a bañarse con las ninfas en los ríos, fuentes y lagos, rodeada de ciervas, conejos y leoncillos cuya libertad protege. Su reino es la naturaleza virgen y salvaje. Diosa orgullosa y arisca, desea permanecer virgen y protege la castidad de los jóvenes y de las doncellas, a quienes intenta apartar de la influencia de Afrodita, que constituye su figura antitética. Artemisa es la protectora tradicional de las amazonas. Hipólito será uno de sus más fieles seguidores. Para castigar a su compañera Calisto, que había cedido a los requerimientos amorosos de Zeus, la transforma en osa y la abate con sus flechas. Mata a Orión, el gigantesco cazador que solía acompañarla, y transforma en ciervo al desdichado Acteón, un joven cazador que le había sorprendido desnuda mientras se bañaba. Sus flechas, imagen de los rayos lunares, le sirven también para vengar la honra de su madre Leto, que había sido insultada por Níobe. Durante la guerra de Troya exige a Agamenón el sacrificio de Ifigenia y se mantiene favorable a los
troyanos.

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ARISTEO




Era venerado como protector de los cazadores, pastores y rebaños y como el inventor de la apicultura y del cultivo del olivo. Cuando Aristeo intentó seducir a Eurídice, la mujer del poeta y músico Orfeo, ella huyó de él y recibió una fatal picadura de serpiente. Las ninfas lo castigaron causando la muerte a todas sus abejas; pero él apaciguó a las ninfas con un sacrificio de ganado, de cuyas osamentas surgieron nuevos enjambres de abejas. Aristeo fue educado en las artes de la curación y la profecía, y recorrió muchas regiones compartiendo su conocimiento y curando a los enfermos. Fue muy venerado como dios benefactor y a menudo como un joven pastor con un cordero.

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ARIADNA



Dio a Teseo el hilo que le permitió salir del laberinto después de matar al Minotauro. Ariadna, hija de Minos, rey de Creta, y de Pasifae, hija de Helios, el dios del sol. El héroe Teseo fue a Creta desde Atenas con un grupo de 14 jóvenes para matar al Minotauro, un monstruo mitad toro mitad hombre que estaba encerrado en los intrincados pasadizos del laberinto. Cuando Ariadna vio a Teseo, se enamoró de él y se ofreció ayudarlo si le prometía volver a Atenas y casarse con ella. Ella le dio entonces un ovillo de hilo, que había recibido de Dédalo, el inventor y diseñador del laberinto. Sujetando un extremo en la puerta y devanando el ovillo a medida que entraba en el laberinto, Teseo encontró al Minotauro y lo mató. Así, rebobinando el hilo, fue capaz de escapar de ese intrincado lugar.
Llevando a Ariadna con ellos, Teseo y sus compañeros se internaron en el mar hacia Atenas. En el camino se detuvieron en la isla de Naxos. De acuerdo con una leyenda, Teseo abandonó a Ariadna, zarpando mientras ella estaba durmiendo en la isla; el dios Dionisio la encontró y la consoló. De acuerdo con otra leyenda, Teseo dejó a Ariadna en tierra para que se recuperara del mareo mientras él volvía al barco donde necesitaba hacer algunos trabajos. Un fuerte viento lo arrastró a altamar. Cuando finalmente pudo volver, descubrió que Ariadna había muerto. * ARIADNA: hija de Minos, rey de Creta, y de Pasífae, es hermana de Fedra; su nombre significa “la de gran pureza”. Ariadna concibió una pasión inmediata hacia Teseo, príncipe ateniense que había llegado a Creta para combatir al Minotauro, hermanastro de la princesa. Le ayudo a salir del laberinto proporcionándole un ovillo de hilo que le había dado Dédalo, que Teseo fue desenrollando a medida que se internaba en el laberinto y que luego le permitiría encontrar la salida. Ariadna, como Medea con Jasón, traicionó a su padre por su amante y huyó con él para escapar de la cólera de Minos. Teseo, sin embargo, la abandonó dormida en la isla de Naxos, según unas versiones por el carácter infiel del héroe y según otras por orden de los dioses. Al despertar, mientras el navío de su amante se alejaba, apareció Dioniso en un carro tirado por panteras y seguido de su cortejo. Fascinado por la belleza de la joven, Dioniso la convenció para que se casara con él y la condujo al Olimpo, donde le ofreció una diadema de oro, obra de Hefesto; esta diadema se convertiría más adelante en una constelación.

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ARGONAUTAS



Jasón y 50 héroes que navegaron a bordo del navío Argo en busca del Tosión de Oro. Cada uno de los héroes que bajo el mandato de Jasón en la nave Argos llegaron a la Cólquida, en donde se apoderaron del vellocino de oro, ayudado por Medea. Argonautas, el grupo de héroes que zarparon en el barco Argo para obtener el vellocino de oro. El jefe de la expedición fue Jasón, hijo de Esón, rey de Yolco en Tesalia. Esón fue depuesto por su hermanastro Pelias, quien entonces intentó impedir que Jasón reclamase el trono. Con este propósito, persuadió a Jasón de emprender la peligrosa búsqueda del vellocino de oro, que guardaba Eetes, rey de Cólquida, una región situada en el extremo oriental del Ponto Euxino (mar Negro). Jasón reunió a los 50 jóvenes más nobles de Grecia para que lo acompañaran en el viaje. El grupo elegido incluía a Heracles, Orfeo, Cástor y Pólux y Peleo.
Argo zarpó de Yolco hacia la isla de Lemnos, y pasó por el Ponto Euxino Misia, una zona al este del mar Egeo, y Tracia. En la primera parte del viaje la tripulación perdió a Heracles, quien abandonó el barco para buscar a Hylas, su amigo y escudero. Los argonautas salvaron a un rey tracio, Fineo, del hambre causada por las harpías, criaturas aladas con cabezas de viejas y cuerpos de aves, quienes se llevaban o ensuciaban sus alimentos. En agradecimiento, Fineo les dijo cómo pasar a través de las Simplégades, las rocas que guardaban la entrada al mar Euxino chocando unas contra otras cuando alguien pasaba entre ellas. Tal como Fineo les había advertido, los argonautas soltaron una paloma que voló entre las Simplégades. Como las rocas se entrechocaron y comenzaron a volver a su posición, Argo pasó rápidamente a través de ellas.
Cuando la nave finalmente alcanzó Colco, Eetes afirmó que no entregaría el vellocino si antes Jasón no uncía a dos toros de pezuñas de bronce que echaban fuego por sus ollares y araba un campo. Él debería después sembrar el campo con los dientes de un dragón y vencer a los hombres armados que nacieran de aquéllos. Ayudado por la hija de Eetes, la hechicera Medea, que se había enamorado de él, Jasón superó esas pruebas y se llevó el vellocino. Medea, al huir con él, mató a su hermano Apsirto para impedir la persecución de su padre. En el viaje de regreso a casa, el Argo pudo pasar sin inconvenientes entre Escila, el monstruo de seis cabezas, y el remolino de Caribdis. Las nereidas, enviadas por la diosa Hera, salvaron al barco de la destrucción en una tempestad en la costa de Libia, y desde allí, el Argo zarpó hacia Creta y llegó entonces a Yolco. *ARGONAUTAS: héroes que acompañaron a Jasón en la expedición organizada para conquistar el vellocino de oro. Después de haber consultado el oráculo de Delfos, Jasón, a quien su tío Pelias había impuesta la búsqueda del fabuloso vellocino, reúne con la ayuda de Hera un grupo de valerosos héroes para formar la tripulación. Pero muy pronto la leyenda añade al grupo a Heracles y a otros héroes procedentes de las más variadas regiones. Además de Jasón, capitán de la expedición, encontramos entre otros a Argo, hijo de Frixo y constructor del navío Argo, cuya proa fue tallada en la madera de un roble procedente del bosque sagrado de Dodona, ofrecido por Atenea, que le había conferido además el don de la profecía; a Tifis, su piloto, que aprendió el arte de la navegación, entonces aún desconocido, de boca de la propia Atenea; a Orfeo, el músico tracio cuyo cometido era marcar la cadencia de los remeros; a varios adivinos, entre ellos Anfiarao; a Calais y Zetes, los dos hijos alados de Bóreas, dios del viento del norte; a los Dioscuros, Cástor y Pólux; a Acasto, el propio hijo de Pelias, que se unió a la expedición en el último momento; a Peleo y su hermano Telamón; a Linceo, dotado de una vista extraordinariamente aguda, como el lince cuyo nombre porta, y por último a Heracles, el gran héroe tebano, que interviene particularmente en un episodio de la travesía: el rapto de Hilas. Los Argonautas embarcan el puerto tesalio de Pagasas después de haber hecho un sacrificio a Apolo, y su primera escala será la isla de Lemnos, habitada únicamente por mujeres. Estas, a quienes Afrodita había castigado impregnándolas de un insoportable hedor, habían sido abandonadas por sus maridos y para vengarse habían exterminado a todos los varones de la isla. Las lemnianas, libres ya de la maldición de Afrodita, acogieron con agrado a los Argonautas; éstos se unieron a ellas y repoblaron de este modo la isla. Después de detenerse en Samotracia para iniciarse en los misterios órficos, penetraron en el Helesponto y desembarcaron en la isla de Cícipo, cuyo rey les recibió con la mayor hospitalidad. Al día siguiente reemprendieron su ruta, pero unos vientos contrarios les arrojaron nuevamente  sobre la costa de la isla en plena noche. En la oscuridad, que impedía que los habitantes de la isla y los Argonautas se reconocieran, se entabló un feroz combate en el cual murieron numerosos isleños, entre ellos el propio rey Cícico, atravesado por una lanza arrojada por Jasón, que posteriormente ofrecerá en su honor unos suntuosos funerales. En eñ momento en que el Argo alcanzaba Bitinia se rompió el remo de Heracles, viéndose forzados a hacer escala para reponerlo. Mientras Heracles se dirigía a un bosque próximo con el objeto de encontrar un árbol apropiado para fabricar otro remo, el joven Hilas, a quien Heracles amaba, recibió  el encargo de sacar agua de un pozo. Las ninfas que allí habitaban, maravilladas por la belleza del joven, le atrajeron hacia sus dominios acuáticos, donde pereció ahogado. Abrumado de dolor por la desaparición de Hilas, Heracles se lanzó a una inútil búsqueda de su compañero y no llegó a tiempo para embarcar en el Argo. El viaje prosiguió sin él, pues ya el destino habían predicho que Heracles no participaría en la conquista del vellocino de oro. En el país de los bébrices, el rey Ámico desafió a un combate singular a los Argonautas, pero el luchador Pólux le mató rompiéndole el cráneo. Más tarde el Argo tuvo que hacer una escala en Tracia, en la orilla europea del Helesponto; allí los héroes fueron acogidos por el rey Fineo, hijo de Poseidón. Dotado del don de la profecía, Fineo había sido castigado por los dioses por haber osado penetrar en ciertos secretos: Zeus le cegó, haciendo que las harpías se arrojasen sobre sus alimentos y, después de devorar parte de sus viandas, ensuciasen el resto con sus excrementos cada vez que pretendía comer. Los hijos de Bóreas, Calais y Zetes, hicieron huir a estos monstruos mitad mujeres mitad aves, liberándole por fin de su acoso. Fineo, en agradecimiento, reveló a los Argonautas cómo franquear el siguiente obstáculo de su ruta: las siniestras rocas Cianeas. Las rocas Cianeas eran dos escollos móviles que se cerraban uno contra otro cada vez que un navío pretendía franquearlos, aplastándolo y destruyéndolo. Después de haber soltado una paloma, que logró pasar entre las rocas perdiendo únicamente una pluma de la cola, los Argonautas, con ayuda de Atenea, consiguieron atravesar a toda velocidad el paso de las Cianeas con escasos daños: sólo la popa del Argo sufrió un leve desperfecto, como le había sucedido a la paloma. Desde entonces, por voluntad del destino, las rocas Cianeas permanecieron inmóviles. Ya en el Ponto  Euxino, es decir, en el mar Negro, el Argo prosiguió su viaje sin problemas hacia la Cólquide aunque sin su piloto Tifis, que había muerto de enfermedad en el país de los mariandinos, siendo sustituido al timón por Anceo. Avistadas las costas de la Cólquide, término de su viaje, el navío remontó finalmente el río Fase y echó anclas ante la capital, Eea. Jasón se presentó entonces ante el rey de la Cólquide, Eetes, y le expuso el objeto de su misión. Con la secreta esperanza de desembarazarse de él, el rey Eetes le impuso una prueba de fuerza y habilidad: uncir al mismo yugo una pareja de toros con pezuñas de bronce que despedían fuego por lo ollares, arar con ayuda de éstos un extenso campo y sembrar en los surcos así abiertos los dientes de un dragón, matando por último al ejercito de hombres armados que nacerían de tal siembra. Ayudado por los poderes de la maga Medea, hija de Eetes, a quien Afrodita había inspirado un ciego amor por Jasón, el héroe salió victorioso de tan temible prueba, pero el rey se negó pese a todo a entregarle el vellocino de oro. Siempre ayudado por Medea, a quien había prometido en matrimonio, Jasón consiguió apoderarse del preciado objeto aprovechando que la hechicera había dormido con sus sortilegios al dragón encargado de su custodia, y ambos huyeron hacia el Argos, que inmediatamente levó anclas y se hizo a la mar. Eetes se lanzó en persecución de los fugitivos y Medea, para retrasar el alcance, no dudó en matar a su hermano pequeño, que había embarcado con ella, y lanzar su cuerpo descuartizado al mar, obligando así a Eetes a detenerse para recoger los restos de su hijo y darles sepultura. De este modo escaparon los amantes de la venganza del rey, traicionado por su hija. Las tradiciones difieren tanto sobre las circunstancias que rodearon el regreso de la expedición como sobre el itinerario seguido por el Argo, que varía mucho según las diferentes versiones. Zeus, irritado por el fratricidio de Medea, envió una tempestad que les hizo perder el rumbo. La proa mágica del navío habló entonces para comunicar a los Argonautas que debían ser purificados por Circe, hermana de Eetes y Pasífae, que vivía en una isla de la costa meridional de Italia. Después de haber visto a la célebre hechicera, Jasón prosiguió su viaje , dejando atrás Escila y Caribdis, las sirenas y las islas Errantes. El Argo hizo una escala en la isla de los feacios (hoy Corfú), donde su tripulación tuvo que hacer frente a un contingente de colcos que se habían lanzado en su persecución. Alcínoo, rey de los feacios, acude en ayuda de los Argonautas y la expedición pudo continuar su camino. Desviados de su ruta por una tempestad que les arrojó a la costa de Libia, donde tuvieron que cargar con el Argo a hombros para atravesar el desierto, los Argonautas consiguieron finalmente llegar a Creta. La isla, gobernada por el rey Minos, estaba custodiada por un gigante de bronce llamado Talos, un mosntruo autómata construido por Hefesto que recorría tres veces al día la costa para impedir la entrada de intrusos. Los Argonautas están a punto de ser destruidos por el gigante, pero una vez más se salvaron gracias a Medea, cuyas artes consiguieron descubrir el punto vulnerable de Talos –un clavo situado en el tobillo del autómata, que retenía la sangre de su única vena- y destruirlo. Tras hacer escala en Egina, los Argonautas costean Eubea y entran en Yolco cuatro meses después de su partida. Jasón entregó el vellocino de oro a Pelia y luego condujo el Argo a Corinto para consagrarlo a Poseidón.

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ARES







Dios de la guerra, hijo de Zeus y de Hera: el dios romano Marte, padre de Rómulo y Remo, se identifica con Ares. ## Hermano de Eris, asesinó a Halirroto. Alcipe era su hija. Ares, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos. Entre las deidades asociadas con Ares estaban su consorte, Afrodita, diosa del amor, y deidades menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que lo acompañaban en batalla. Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral. Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina de Ares. * ARES: dios de la guerra, es originario de Tracia, una comarca semisalvaje situada al norte de Grecia famosa por sus caballos y por sus fieros guerreros. Hijo de Zeus y Hera, forma parte de los Olímpicos, pero resulta odioso para la mayoría de ellos, incluso para su propio padre Zeus. En la Ilíada, poema guerrero por excelencia, combate al lado de los troyanos y se zambulle gozoso en la furiosa refriega escoltado por divinidades sombrías como Eride (la discordia), Deimo (el temor) y Fobo (el terror). Sin embargo, no siempre sale victorioso en los combates; de hecho resulta varias veces herido, sobre todo en sus enfrentamientos con Atenea, divinidad también guerrera con quien forma una pareja perfectamente antitética. Atenea, diosa virgen que encarna la fuerza inteligente, respetada por los dioses, prevalece siempre sobre la desmesura y la viril brutalidad de Ares, dejándole incluso en el más espantoso de los ridículos, como por ejemplo cuando éste, alcanzado por una gruesa piedra lanzada por la diosa, se retira gimoteando lastimosamente del campo de batalla de la mano de Afrodita. Atenea no es la única que le pone en situaciones humillantes. Dos veces es herido por Heracles y trece largos meses permaneció prisionero de los Alóadas, encadenado en una vasija de bronce de la que finalmente –pero en un estado lamentable- consigue rescatarlo Hermes. El episodio mas conocido, sin duda, es la risible situación en que lo puso Hefesto cuando le sorprendió, en flagrante delito de adulterio, con su esposa Afrodita: el dios de la guerra y la diosa del amor quedaron apresados en la red mágica preparada por el hábil Hefesto, que presentó así a la pareja culpable a la mirada de todos los Olímpicos. Además de los hijos que tuvo con esta diosa, Ares engendró una prole numerosa y violenta: las feroces amazonas, el cruel Diomedes, que alimentaba a sus yeguas con carne humana; Flegias, incendiario del templo de Apolo, y otros diversos personajes igualmente funestos. Para vengar a su hija Alcipe, violada por un hijo de Poseidón, Ares mató al ofensor y tuvo que comparecer ante los dioses para ser juzgado sobre la misma colina donde había sido cometido el crimen. Fue absuelto.