lunes, 17 de diciembre de 2012

01.- MITOLOGIA GRIEGA: ARES







Dios de la guerra, hijo de Zeus y de Hera: el dios romano Marte, padre de Rómulo y Remo, se identifica con Ares. ## Hermano de Eris, asesinó a Halirroto. Alcipe era su hija. Ares, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos. Entre las deidades asociadas con Ares estaban su consorte, Afrodita, diosa del amor, y deidades menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que lo acompañaban en batalla. Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral. Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina de Ares. * ARES: dios de la guerra, es originario de Tracia, una comarca semisalvaje situada al norte de Grecia famosa por sus caballos y por sus fieros guerreros. Hijo de Zeus y Hera, forma parte de los Olímpicos, pero resulta odioso para la mayoría de ellos, incluso para su propio padre Zeus. En la Ilíada, poema guerrero por excelencia, combate al lado de los troyanos y se zambulle gozoso en la furiosa refriega escoltado por divinidades sombrías como Eride (la discordia), Deimo (el temor) y Fobo (el terror). Sin embargo, no siempre sale victorioso en los combates; de hecho resulta varias veces herido, sobre todo en sus enfrentamientos con Atenea, divinidad también guerrera con quien forma una pareja perfectamente antitética. Atenea, diosa virgen que encarna la fuerza inteligente, respetada por los dioses, prevalece siempre sobre la desmesura y la viril brutalidad de Ares, dejándole incluso en el más espantoso de los ridículos, como por ejemplo cuando éste, alcanzado por una gruesa piedra lanzada por la diosa, se retira gimoteando lastimosamente del campo de batalla de la mano de Afrodita. Atenea no es la única que le pone en situaciones humillantes. Dos veces es herido por Heracles y trece largos meses permaneció prisionero de los Alóadas, encadenado en una vasija de bronce de la que finalmente –pero en un estado lamentable- consigue rescatarlo Hermes. El episodio mas conocido, sin duda, es la risible situación en que lo puso Hefesto cuando le sorprendió, en flagrante delito de adulterio, con su esposa Afrodita: el dios de la guerra y la diosa del amor quedaron apresados en la red mágica preparada por el hábil Hefesto, que presentó así a la pareja culpable a la mirada de todos los Olímpicos. Además de los hijos que tuvo con esta diosa, Ares engendró una prole numerosa y violenta: las feroces amazonas, el cruel Diomedes, que alimentaba a sus yeguas con carne humana; Flegias, incendiario del templo de Apolo, y otros diversos personajes igualmente funestos. Para vengar a su hija Alcipe, violada por un hijo de Poseidón, Ares mató al ofensor y tuvo que comparecer ante los dioses para ser juzgado sobre la misma colina donde había sido cometido el crimen. Fue absuelto.

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