martes, 22 de septiembre de 2015

MITOLOGÍA GRIEGA: HARPIA



Monstruos alados con cabeza y pecho de mujer, y cuerpo y garras de aves de presa; en la creencia popular, eran agentes de la venganza divina.
Las harpías (su nombre sugiere la idea de arrebatar, agarrar) aparecen primero como hermosas divinidades, pero después comenzaron a representarse como viejas semejantes a brujas con los pechos caídos. Se las confunde a menudo con las tres sirenas, y a través de esta asociación se las vincula con las hijas del Dios marino Forcis: las tres górgonas y las tres grayas. Las harpías, identificadas por algunas fuentes como Aelo (borrasca), Celeno (oscura, en alusión a las nubes de tormenta) y Ocípete (que vuela rápido), eran hijas de Taumante, hijo a su vez del titán Ponto y de la madre tierra. Se decía que vivían en las islas Estrofiades, o Islas del Regreso, en el mar Jónico, o bajo tierra en la isla de Creta; en vuelo, se las asociaba con la velocidad y el poder de los vientos tormentosos.
En el relato mitológico, las harpías son bien conocidas por un episodio de la historia de Jasón y los argonautas. En viaje hacia el este de Tracia, los argonautas encontraron a Fineo, por cuya agudeza profética lo cegaron los dioses y lo persiguieron dos harpías, quienes le impedían comer quitándole la comida o defecando sobre su mesa. Antes de informar a Jasón en su búsqueda del vellocino de oro, Fineo pide ser librado de las harpías. Realizan esta tarea Zetes y Calais, hijos alados de Bóreas, el viento norte, quienes las persiguen a través del mar, aunque no las matan.

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