jueves, 24 de septiembre de 2015

MITOLOGÍA GRIEGA: MEDEA



Hechicera del ciclo de los argonautas. Huyó con Jasón, pero se vengó del abandono de éste degollando a sus hijos que de él había tenido. Hija de Eetes, rey de la Cólquide, región situada a orillas del mar Negro. Por la rama paterna es nieta de Helio, el Sol, y sobrina de la hechicera Circe y de Pasífae, la esposa del rey cretense Minos. La leyenda atribuye a las tres mujeres el mismo dominio sobre las artes mágicas. Medea desempeña un papel esencial en el ciclo de los Argonautas: su pasión por Jasón y las consecuencias funestas que de ella se derivaron la convierte en el tipo de mujer fatal, traidora a su padre y a su patria, abandonada por el amante al que había salvado -como Ariadna por Teseo-, pero también esposa celosa y vengativa, temible por sus poderes de hechicera. Fue ella quien ayudó a Jasón, del que se enamoró a primera vista, a superar todos los obstáculos que fue encontrando en su conquista del vellocinio de oro. Sus ungüentos mágicos protegieron al héroe del resuello del fuego de los toros que debía vencer por orden de Eetes, y ella misma le condujo al bosque sagrado donde estaba el vellocinio, durmiendo luego con sus sortilegios al terrible dragón que lo vigilaba. Después de haber conseguido con sus artes que Jasón se apoderara del preciado trofeo, no dudó tampoco en cometer un crimen horrendo para favorecer la huida de los Argonautas e impedir que los navíos de su padre Eetes, lanzados en persecución de los fugitivos, dieran alcance al Argo: despedazó a su propio hermano, al que había embarcado consigo como rehén, y arrojó sus pedazos al mar, obligando así a su padre a detener la persecución para recoger uno a uno los restos de su hijo menor con el fin de tributarle honras fúnebres. Por último, consiguió aniquilar con sus artes la fuerza del hasta entonces invencible Talos, el gigante de bronce que Minos había puesto como centinela en su isla. A cambio de su ayuda, Jasón le había prometido el matrimonio. Será la violación de este juramento lo que desencadene la tragedia. Cuando por fin Jasón regresó a Yolco, Medea le ayudó también a desembarazarse del usurpador Pelias, que no estaba dispuesto a restituirle el trono que le había arrebatado a pesar de que Jasón le había entregado el vellocinio. Medea hizo creer a las hijas del usurpador que conseguirían devolver la juventud a su padre si, después de cortarlo en pedazos, los hacía hervir en un caldero. El "experimento" fracasó y los habitantes de Yolco, horrorizados por el crimen, expulsaron a Jasón y a Medea de la ciudad. Refugiados en Corinto, la pareja vivirá feliz durante diez años. Jasón, sin embargo, cansado de Medea y velando exclusivamente por sus propios intereses, repudia a esta para prometerse a Glauce, la hija del rey corintio Creonte. Enloquecida de cólera y dolor, Medea fragua una terrible venganza: ofrece a Glauce un vestido nupcial que abrasa inmediatamente a su desgraciada rival y al anciano Creonte, que había acudido a socorrer a su hija; a continuación mata a sus propios hijos, dos niños habidos de su unión con Jasón. Después de cometer estos crímenes, huye en un carro mágico tirado por dragones alados, un presente de su abuelo Helio. Medea se instala entonces en Atenas, donde obtiene la protección del rey Egeo. Este, persuadido de no tener descendencia, pues ignoraba entonces la existencia de Teseo, se casa con la hechicera para asegurar la suceción al trono. Cuando el joven regresa a Atenas para darse a conocer, Medea intenta envenenarlo en vano; Egeo, que ha recuperado a su hijo, la expulsa de Atenas. Medea regresa a la Cólquide con Medos, el hijo que había tenido con Egeo y al que la leyenda convierte en el antepasado epónimo de los medos. Allí madre e hijo darán muerte a Perses, que había traicionado a su hermano Eetes y usurpado su trono.


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