Casariche es un municipio español de la provincia de Sevilla, Andalucía. En el año 2016 contaba con 5.593 habitantes. Su extensión superficial es de 53 km² y tiene una densidad de 105,87 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 37º 17' 38" Norte y 4º 45' 34" Oeste (37.29º Norte y 4.76º Oeste, expresadas en grados decimales). Se encuentra situada a una altitud de 296 metros y a 122 kilómetros al sureste de la capital de provincia, Sevilla.
Su término limita en la provincia con Estepa al noroeste, Lora de Estepa al oeste, La Roda de Andalucía al sur y Badolatosa al este. Limita al norte con el término de Puente Genil (Córdoba) y al sur con el de Alameda (Málaga). Casariche viene a ser, estadísticamente hablando, la villa media de la provincia de Sevilla, pues de los 105 municipios que conviven en la provincia, Casariche ocupa el puesto 58º en población, 59º por extensión y 46º en cuanto a densidad poblacional.
La estructura urbanística de la villa viene determinada por dos elementos que han determinado su crecimiento y desarrollo hasta el momento actual, éstos son el cauce del río Yeguas y la vía férrea. El núcleo originario se ubica sobre la margen izquierda del río, formando una trama urbana bastante ortogonal. Las posteriores expansiones se han producido de forma anárquica hacia todas las direcciones, y especialmente, entre el cauce y la vía férrea y al oeste de la misma.
Época romana
Los orígenes históricos de Casariche hay que buscarlos en tiempos de los celtíberos; fue entonces cuando se fundó la ciudad de Ventippo, tres kilómetros al norte de la ciudad actual y en la orilla del Yeguas, como testimonian las ruinas que se conservan. La villa pasó a integrarse al poco en las posesiones romanas del sur, y vivió uno de los episodios más fundamentales de toda esa etapa, ya que fue escenario de la Segunda guerra civil de la República romana entre dos de los triunviros latinos: Cneo Pompeyo Magno y Cayo Julio César. La población tomó partido por el perdedor, quedando al amparo de los hijos de Pompeyo hasta que César la conquistó para su facción.
Época árabe
Desde entonces y hasta la llegada de los musulmanes, la crónica se oscurece por falta de datos documentados. Ya en época árabe, formó parte del Waliato de Estepa y fue entonces cuando comenzó a resaltar su importancia como núcleo urbano. La razón es su emplazamiento, pues se encontraba en zona fronteriza entre los reinos árabe y crisitiano, siendo el río Yeguas frontera natural.
Sería hasta febrero de 1241, cuando los almohades, tras negociar las estipulaciones con el rey Alfonso X El Sabio, entregaron Estepa a los cristianos. Una vez tomada por el monarca, fue provista de gran cantidad de alimentos y esclavos para su defensa, mientras que la zona fronteriza (en la cual se hallaba Casariche) sería entregada en galardón y señorío a la Orden de Santiago en el año 1.267. De ahí que Santiago Apóstol sea el patrón de la localidad. Casariche pasaba a ser ahora una Encomienda de Alfonso X el Sabio de Estepa.
Una vez pacificada la zona tras la conquista del Reino Nazarí de Granada el 2 de enero 1492, la defensa de la Encomienda de Estepa por parte de la Orden de Santiago ya no es necesaria. Esto, unido a las necesidades económicas del rey Carlos I de España durante la primera mitad del siglo XVI, hizo que se valorizase la Encomienda y se produjese una desamortización eclesiástica. El 11 de agosto de 1559, pocos años después de la abdicación del rey, la Encomienda vuelve a pertenecer a la Corona (ahora Felipe II de España), quien la pondría en venta de nuevo. Sería el 12 de agosto de 1559 cuando finalmente la infanta Doña Juana de Portugal la vendería oficialmente a Don Adán Centurión, almirante de la escuadra española.
El 20 de abril de 1564 el monarca Felipe II crea el título de Marquesado de Estepa y se lo otorgaría a Adán Centurión. La que había sido una próspera villa quedó ya un tanto relegada, a modo de barrio o núcleo periférico de Estepa. Casariche se emancipó del Marquesado en el último tercio del XVIII. Por la Real Cédula de Carlos III dirigida al Alcalde, sabemos que en 1788 ya se había constituido en Ayuntamiento (Lugar de Casariche), y que el 1 de octubre de 1851 el lugar fue declarado villa (Villa de Casariche)
Edad contemporánea
A principios del siglo XIX, Casariche se caracterizó por la tranquilidad de sus calles y la afabilidad de sus habitantes. Esto le otorgaría una gran importancia en la tradición bandoleril, ya que desde el comienzo de la Década Ominosa hasta casi 1.855, alcanzaría verdadera celebridad en todo el ámbito nacional por ser centro de correrías y espionaje de las partidas de bandoleros y ladrones que infestaban las serranías inmediatas.
Los restos de Ventippo trazan un pasado antiquísimo para una localidad incluso más veterana de lo que indican estos vestigios celtíberos y romanos. Sobresale especialmente el yacimiento de El Cerro de la Atalaya, donde se han encontrado importantes recuerdos, en su mayoría romanos. Dentro de la ciudad, merece destacar la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, edificio de una sola nave, de cruz latina que data del último tercio del XVII y presenta estilo barroco, a pesar de las importantes reformas y adaptaciones que ha sufrido a lo largo de su historia.
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